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Técnicas de cocina donde el aceite de oliva es protagonista

El aceite de oliva es uno de los ingredientes principales en la cocina mediterránea. Ya sea en crudo o cocinado, está presente en multitud de recetas, tanto por su sabor, como por los múltiples beneficios que aporta a la salud

Dentro de su uso en la cocina, hay una serie de técnicas culinarias en las que su protagonismo es aún mayor, desde emulsiones hasta salsas frías, pasando por confitados y marinados. Descubre con nosotros las técnicas de cocina en las que el aceite de oliva es el protagonista.


1. Confitados

Confitar un alimento consiste en cocinar un ingrediente durante un tiempo prolongado a fuego bajo para que las fibras se ablanden. El alimento se cubre con aceite de oliva y se cocina en una sartén o cazuela, aunque también es posible utilizar el horno.

Lo más importante es controlar la temperatura, ya que debe permanecer siempre por debajo de los 90ºC. Para ello, es muy útil disponer de un termómetro de cocina que nos permita estar pendientes de que no supere esa cifra.
 
La técnica del confitado puede aplicarse tanto a carnes como a pescados, así como a hortalizas y verduras. El resultado es una textura suave y gelatinosa en la que el aceite de oliva realza los sabores de los productos.

2. Emulsionados

La técnica del emulsionado en cocina se basa en “unir” elementos que, en principio, son incompatibles para crear algo homogéneo y cuyo resultado es una textura diferente a la que tenían esos dos productos originariamente. Para ello, es fundamental siempre que haya un agente emulsionante y el mejor es el aceite de oliva.
 
La mayonesa es el ejemplo más claro de una emulsión. Al añadir aceite de oliva suave al huevo y batirlo, se crea una salsa con una textura fina, completamente diferente a la que ambos productos tenían por separado.

También la vinagreta y las salsas a base de vino. Las emulsiones pueden ser frías (mayonesa y sus derivados) o calientes (salsa holandesa, muselina y sus derivados).

3. Conservas y escabeches

El aceite de oliva juega un papel fundamental en la elaboración de conservas y escabeches. Estas técnicas permiten realzar el sabor de los alimentos, además de poder disfrutar de ellos fuera de temporada o cuando tenemos menos tiempo para cocinar.
 
Para elaborar una conserva en aceite de oliva necesitamos cocinar el alimento, ya sea una carne, un pescado o unas verduras y, a continuación, sumergirlo en aceite de oliva hasta cubrirlo y cerrar el recipiente.
 
Los escabeches también nacieron como técnica de conservación, aunque hoy se siguen utilizando por los sabores, aromas y matices que aporta esta técnica a los alimentos. Para llevar a cabo esta técnica se debe cocinar el alimento de maneras prolongada prolongada en una mezcla de aceite de oliva y vinagre (aunque se pueden añadir más cosas, como vino y especias). Una vez finalizada la cocción, el alimento se guarda en frío cubierto con el caldo.

4. Salsas Frías

Las salsas frías son preparadas en crudo: en ellas se mezcla aceite de oliva junto a otros elementos, como pueden ser vinagre, mostaza, miel, hierbas aromáticas frescas o secas e, incluso, verduras troceadas. Sirven para aderezar platos fríos o calientes y para potenciar los sabores de las recetas. Ensaladas, carnes, pescados, carpaccios o tartares son algunas de las preparaciones gastronómicas en las que se pueden aplicar.
 
Vinagretas o pestos son un buen ejemplo de esta técnica culinaria.

5. Marinados o adobos

La técnica del marinado o adobo busca aromatizar los ingredientes de algunos platos antes de cocinarlos. Para ello se emplea aceite de oliva junto con otros elementos que aportan matices, como especias, jugo de limón o hierbas aromáticas.
 
Se utiliza, sobre todo, con carnes y pescados y consiste en impregnar bien el ingrediente en crudo dejándolo sumergido en la mezcla durante un tiempo que puede ir desde unos minutos a varias horas. Posteriormente, cocinamos ese alimento del modo que queramos.

6. Frituras, salteados y asados

Hay otras técnicas culinarias elaboradas en caliente en las que el aceite de oliva también resulta fundamental. Por ejemplo, los asados, que consisten en elaborar los alimentos en un medio cerrado con calor, utilizando aceite de oliva y otros ingredientes líquidos en pequeñas cantidades para contribuir al perfecto cocinado de estos, manteniendo un buen equilibrio de humedad para que resulten jugosos.
 
Las frituras son otro buen ejemplo de técnica culinaria donde el aceite de oliva funciona muy bien. Como ya hemos dicho en otras ocasiones, la ventaja que aporta, frente a otras grasas, es su menor degradación, además de su incremento de volumen en caliente, lo que permite utilizar una cantidad menor.
 
Por último, hay que mencionar la técnica del salteado, que consiste en cocinar los alimentos con aceite de oliva, a fuego fuerte y durante un periodo de tiempo corto. Esta técnica se emplea con productos que necesitan poca cocción o que van a formar parte de una receta posterior, como un estofado u otro tipo de guisados.

Seguramente tú usas muchas de estas técnicas, si te ha gustado el artículo compártelo y recuerda seguirnos en nuestras redes sociales: Instagram y Facebook y buscar más contenido como este en nuestro blog.

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