Seguramente habrás escuchado de todas las bondades que aporta la dieta mediterránea para tu salud, pero sabes ¿en qué consiste exactamente?
Muchos vegetales, frutas, legumbres, cereales y productos ricos en carbohidratos como pan integral, pasta, arroz integral y pescados constituyen básicamente esta dieta. En cantidades moderadas se puede consumir la carne blanca y algunos productos lácteos (queso y yogurt). Lo único de lo que nunca te debes abstener, es del consumo del aceite de oliva, pues es la fuente principal de grasas insaturadas.
Es un buen ejemplo de dieta variada, nutritiva, apetecible y saludable, que además ayuda a prevenir enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación.
De bajo contenido en grasas saturadas y de proteínas de origen animal, la dieta mediterránea se caracteriza por un alto contenido de fibras, vitaminas, minerales y otros antioxidantes provenientes de todo tipo de frutas, frutos secos, verduras y legumbres. Por lo tanto, la utilización de técnicas culinarias se reduce a lo más sencillo como es la preparación de ensaladas, el hervido y los asados con aceite de oliva.
Beneficios de la dieta mediterránea
El alto consumo de fibras procedentes de cereales, leguminosas, frutas y verduras beneficia considerablemente el tránsito intestinal; y en general ayuda a equilibrar el perfil calórico de la dieta. Las vitaminas, minerales y antioxidantes se relacionan directamente con un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
Remplazar la mantequilla con el aceite de oliva, que tiene grasas monosaturadas, ayuda a mantener a raya el nivel de colesterol, dice la Clínica Mayo, un centro médico estadounidense de referencia internacional. La dieta también incluye con frecuencia otros tipos de grasas beneficiosas, las poliinsaturadas, que están presentes en las nueces, las semillas y el pescado graso.
¿Sabes cómo seguir una dieta mediterránea?
Si llevas una dieta nada saludable llena de comidas procesadas, entonces es improbable que añadir un solo elemento, como el aceite de oliva, vaya a marcar algún cambio significativo en tu salud.
Toma en cuenta estas recomendaciones y comienza a alimentarte de manera más saludable:
1. Carne sí, pero solo una vez a la semana. Y si puedes procura comer carnes magras.
2. El consumo de legumbres, frutas y verduras se debe potenciar, se deben consumir diariamente, si no, al menos tres veces a la semana. Además de nutritivas y fuentes inigualables de hierro y fibra, son muy versátiles y permiten numerosos tipos de preparaciones
3. Súmale a tu consumo diario al menos 10grs de frutos de secos, solos o en ensaladas, también puedes añadirlas a salsas y postres como helados o pasteles.
4. Para los mexicanos es común el consumo de bolillos o pan de dulce, pero el reto de la dieta mediterránea es desaparecerlos por completo o al menos reducir el consumo a una vez a la semana y que sea panes con cereales.
5. Recuerda que todo lo que provenga de la tierra es bueno para nuestro consumo, así que no dudes en incluir el consumo de granos como la quinoa.