Durante esta pandemia y el largo confinamiento, los padres hemos tenido que adaptarnos, reinventarnos y ser creativos a la hora de combinar trabajo, crianza y educación de nuestros pequeños.
Una de las cosas que más nos ha preocupado es la alimentación. ¿Sus hijos comen más? ¿Han aumentado de peso por más que tomen sus clases de deporte en línea? ¿Tienen antojos más seguido? ¡No están solos! A todos nos está pasando y en este artículo queremos darte algunos consejos para combatir o prevenir la obesidad infantil.
Sigan estos 5 pasos y dejemos de formar parte de las estadísticas de la ONU que indican que en México la obesidad infantil es un problema de salud pública, que afecta el crecimiento y el desarrollo de los niños:
1) El desayuno debe ser sano:
Evita dar alimentos ricos en azúcares y/o procesados. Lo ideal es que el menú esté compuesto por un carbohidrato, una grasa natural o vegetal como el aceite de oliva o aguacate, de absorción lenta, y que aporten una cantidad de energía suficiente durante el día para mejorar el rendimiento escolar. Intenta preparar estas deliciosas tortitas de calabaza.
2) Evitar o controlar las cantidades de azúcar:
Hay algunos nombres a los que debemos estar atentos en los empaques, si bien ahora el gobierno estipula que cada alimento debe contener un etiquetado que indique lo que realmente comemos, es importante que evitemos darles a nuestros hijos ingredientes como: concentrado de jugo de fruta, lactosa, glucosa, fructosa, sacarosa, dextrosa, melazas, solo por nombrar algunos.
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3) Ejercicio físico y agua, una combinación perfecta:
Lo ideal es que nuestros pequeños hagan ejercicio al menos cuatros veces a la semana durante una hora. Hay que tratar de no obligar a los niños a practicar ninguna actividad física extenuante o que exija demasiado esfuerzo, por el contrario, motivarlos a que participen en actividades que le gusten como manejar bicicleta, correr o algunos juegos donde pueda socializar con otros niños, siempre guardando las medidas sanitarias que estos tiempos requieren.
4) Las pantallas, malditas pantallas:
Celulares, iPad, Televisión, para nuestros niños son molestas al momento de recibir una clase en línea, ¡ah pero cómo les encantan para jugar! Si en los ratos libres logramos disminuir ese tiempo con dispositivos móviles y hacer que nuestros pequeños dediquen un espacio a salir a jugar, a hacer alguna actividad en la casa, mejoraremos mucho su calidad de vida evitando así el sedentarismo, la principal causa del aumento de peso y otros padecimientos.
5) Enseñarles cultura nutricional:
Como padres nos toca invertir tiempo en enseñar y dar ejemplo. Si invitamos a nuestros niños a la hora de la preparación de los alimentos y los hacemos partícipes, lograremos que se vayan involucrando desde el principio en su alimentación. Eso sí, es muy importante como ya dijimos, que el menú sea balanceado.
También hay que evitar ofrecerles dulces como premio para que no los asocie como alimentos buenos, y las verduras como castigo para que las vea de mala manera.
Unos niños sanos, serán adultos sanos, empecemos por mejorar en nuestras casas y modificar los hábitos alimenticios.
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