< Volver al listado

6 tips para evitar el desperdicio de alimentos

Desperdiciar alimentos es más que tirar a la basura. Es quitar la posibilidad a alguien de que pueda comer, es restarle importancia al trabajo de un agricultor, de un transportista o de un productor. Si pensamos bien, ¿cuánto se tarda en crecer una papa, un jitomate? Luego su cosecha, su transporte. Lo mismo da para cualquier alimento que tenemos en el refri.

A veces solo limpiamos y tiramos sin pensar que bien pudimos darle otro uso o destino a esos alimentos. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha calculado que un tercio de los alimentos en el mundo acaban como residuos.

 Un dato alarmante, que, si bien no vamos a resolver de un día para otro, con que hagamos nuestra parte en casa, estaremos aportando a una buena causa. Te dejamos a continuación 6 sencillos tips para evitar el desperdicio de alimentos.

1. No solo para jugo sirven las frutas

Evitar que la fruta que compramos acabe en la basura es más fácil de lo que piensas. En primer lugar, debemos tener en cuenta que la fruta no sólo se come fresca.

Si la fruta está muy madura puedes utilizarla para preparar jaleas, mermeladas e incluso alguna salsa. También puedes congelarla antes de que se pase y utilizarla en bebidas, smoothies o helados.

Si ves que ya se están pasando y están muy maduras ¡Hazlas jalea o mermelada! Por el contrario, si las congelas, las puedes agregar a bebidas como smoothies o preparar heldos.

2. La lechuga en agua dura más

Hay varias maneras de conseguir que la lechuga de tu refri dure más tiempo: poner el tallo - así como las flores - en agua o separar sus hojas y conservarlas húmedas entre servitoallas, tal y como os contamos en este truco de cocina de nuestra chef Daniela.

Si ves que la lechuga se empieza a marchitar y no es apta para una ensalada, pero tampoco para estar en el bote, te animamos a que pruebes esta receta.

Sopa de Lechuga

  • 2 cucharadas de Aceite de Oliva Extra Virgen La Española.
  • 2 Piezas Lechuga lavadas y secadas
  • 2 Tazas Agua
  • 1 cda de Consomé de pollo en polvo
  • 1/2 Taza Arroz
  • 1 Lata Leche Evaporada .
  • 1 Cucharadita Perejil seco
  • 1 Cucharadita Hoja de laurel

Instrucciones

  1. En una olla, sofríe la lechuga en el Aceite de Oliva Extra Virgen La Española
  2. Agrega el agua, el consomé de pollo, el perejil, el laurel y arroz. Cocina por 15 minutos y retira del fuego.
  3. Licúa la preparación con la Leche Evaporada, rectifica la sal y sirve caliente.

3. Si el arroz se pega… ¡haz tortitas!

El dicho reza: “Mejor no menear el arroz, aunque se pegue”, pero no dice nada de qué hacer con el arroz pegado. Si se pega… ¡no lo tires, haz tortitas!  Preparar arroz tiene su chiste y muchos son los trucos para evitar que quede apelmazado, pero si esto pasa fácilmente puedes mezclarlo con queso y huevo y hacer unas deliciosas tortitas que servirán como guarnición

Si te ha quedado bien, guárdalo en el “refri” después de cocinarlo para evitar que le crezcan bacterias al tenerlo a temperatura ambiente. 

4. ¿Papas pasadas? ¡Hazlas puré!

Es lo más rápido, sin embargo, si ves que ya les están saliendo brotes puedes hacerlas a la francesa y disfrutar como acompañamiento para una comida, o como merienda viendo una peli. 

Otra opción es preparar una rica tortilla española o hacerlas horneadas en un gratín.

5. ¡No tires el pan duro!

El pan pudiera ser uno de los ingredientes que más podemos aprovechar y posiblemente el que más termina en la basura. 

Antes de que eso pase, puedes congelarlo entero o en rebanadas y conforme lo vayas a consumir lo vas sacando del refri. 

Cuando está duro puedes molerlo y usarlo para “empanizar” - valga el término con todo – unas milanesas. También lo puedes utilizar para darle consistencia a una crema, sopa o salsa o como crutones

También como acompañante de alguna comida, tostado crujiente con  Aceite de Oliva Extra Virgen La Española con un poco de ajo o cilantro.  ¡Una delicia de combinación!.

6. Congelado sabe igual

El tema de congelar comida puede ser bastante beneficioso por dos razones: la primera, evitas desperdiciar y la segunda, evitas pasar horas en la cocina preparando diariamente lo que vas a comer.  

Si un día a la semana nos dedicamos a preparar comida para toda la semana -incluso para el mes- podremos organizar el menú e ir tomando del congelador lo que mejor nos parezca. No solo podemos congelar comida cruda sino preparada. Unos frijoles, un guisado, una sopa, todo se puede congelar inmediatamente después de prepararlos durante las primeras dos horas en las que fue cocinado para evitar la propagación de bacterias que suelen formarse. Esto permitirá que al recalentarlos no pierdan hidratación.

Si queremos congelar comida cruda, por ejemplo, ingredientes para un estofado, podemos colocar en un recipiente hermético, la carne, las zanahorias cortadas, el brócoli, la cebolla, y así dejarlos en el congelador.  

Al momento de consumirlo, solo pásalo del congelador al refri una noche antes y al día siguiente cocina como de costumbre. 

Si de plano ves que no vas a consumir esa comida sobrante o que se está quedando en el refri ¡regálala!, en la calle hay muchas personas necesitadas a la que puedas hacerle el día. 

Recuerda seguir nuestras cuentas de Facebook e Instagram y encuentra tips, consejos y recetas que te pueden hacer la vida más fácil. Suscríbete a nuestro canal de YouTube y cada mes asiste a nuestros eventos en vivo a través de Facebook LIVE.  

< Volver al listado