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¿Por qué comer insectos es bueno y nutritivo?

No es nuevo, los mexicanos comemos insectos desde la época prehispánica, nuestros antepasados consumían más de 96 especies de insectos.



Actualmente no se consumen de manera masiva, pero muchos son los restaurantes que ofrecen insectos como una novedad. Incluso tienen menú de temporada, dependiendo las épocas de caza y recolección de estos. Todos son considerados un manjar. Turistas nacionales y extranjeros se sorprenden al verlos en las calles y mercados de alimentos y aunque pocos se aventuran a llevarlos a su boca, están los más atrevidos que sin ningún pudor se deciden a probarlos.

Y es que definitivamente resulta toda una hazaña considerando el aspecto de la mayoría de estos insectos, a pesar de que muchos ignoren las propiedades y beneficios que esta diversidad de animalitos nos aporta.

Como dicen en Hidalgo, ‘todo lo que corre, camina o vuela, va a la cazuela’. Es así, sobre todo en los pueblos que subsisten de la agricultura, caza y recolección de insectos, el consumo de estos representa una fuente de ingreso y empleo.

Tomando en cuenta una investigación hecha por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los insectos son parte de la alimentación de 2 millones de personas. Y de acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Autónoma de México UNAM, el aporte nutrimental y vitamínico de los insectos constituyen una fuente de energía para el crecimiento y mantenimiento del cuerpo, prevención y alivio de enfermedades.

Algunos beneficios de consumir insectos:

  1. Su principal fuente de alimentos son las plantas, así que son de los animales más limpios de la cadena alimenticia.
  2. Contienen grasa de la buena, además de Vitamina B, calcio y magnesio.
  3. Contienen 10% más proteína que la carne roja.
  4. En comparación con la cría y manutención de vacas, un criadero de insectos es seis veces más rentable económicamente, es decir, en 240 metros cuadrados de superficie, se genera la misma cantidad de proteínas con chapulines que con 16 mil vacas.La producción de insectos no requiere de grandes espacios de tierra ni de grandes cantidades de agua, mucho menos es necesaria la deforestación.
  5. No hay emisión de gases de efecto invernadero.
  6. Mantienen su valor nutricional refrigerados o secos.

Glosario de insectos

Déjate llevar con una experiencia única a través de este glosario de insectos que hicimos para ti.

Acociles:
Crustáceos de agua dulce originarios del altiplano y del estado de Veracruz. Se comen cocidos en agua, al comal o al horno.

Ahuautle:
Larvas de mosquito o chinche acuática llamada Axayácatl. Se dejan secar al sol para que resulte un polvo con huevecillos milimétricos. Se sirve como sustituto de proteínas.

Chapulines:
Son unos pequeños grillos, dolor de cabeza de los agricultores, ya que son una plaga difícil de combatir. Se alimentan de noche y comen hojas, tallos y flores. Se pueden comer como botanas, fritos con chile, limón y sal o en tacos, tlayudas, con guacamole o ensaladas.

Chinicuiles:
Otra larva que habita en las piñas del maguey. Son rojizos y es común verlos flotar en tu botella de mezcal o molidos con sal para darle sabor a la naranja que lo marida.

Cuetlas:
Son unas orugas que se consumen antes de que lleguen a su etapa de madurez, misma que se distingue por el color amarillo del cuerpo. Antes de comerlos se deben descabezar y apretar para que todo su aparato digestivo se vacíe por completo. Posteriormente se hierven en agua con sal y se secan al sol. También se pueden comer fritos en tacos con guacamole o mezclados con arroz y huevo.

Gusanos blancos:
Viven dentro de las pencas del agave usado para hacer pulque. Miden entre 5 y 8 centímetros y se consumen fritos en manteca o aceite acompañados de guacamole. Son originarios de Tlaxcala e Hidalgo.

Hormigas Chicatanas:
Uno de los insectos más populares y de mayor consumo en México. Suelen aparecer a partir de la primera lluvia del año, en el mes de junio, en los estados de Oaxaca y el valle del Mezquital de Hidalgo, aunque se deben cazar antes porque el agua hace más difícil que salgan de sus guaridas. Se consumen principalmente en salsas.

Hormigas mieleras:
Específicamente no se comen, solo se agarran con mucho cuidado y se les exprime la miel que ellas mismas comieron de ciertos árboles. Este extracto se usa como endulzante natural en helados, aguas frescas, postres y dulces.

Jumiles:
Son unas chinches de monte y tienen la particularidad que se consumen ¡vivos!. Quién no se atreva a esta práctica puede tostarlo en un comal o molerlos para usarlo como sazonador. Son originarios de Guerrero y el sur del estado de Morelos.

Tantarria o Xamues:
Son unos escarabajos de manchas rojizas de gran tamaño, posiblemente los más impresionantes de todos los que se comen en México. Antes de comerlos fritos o tostados se deben hervir en agua para quitar una sustancia de su organismo que los hace amargos. Originaria de la sierra de Querétaro y el valle del Mezquital en Hidalgo.

Toritos o periquitos:
Imagínate un rinoceronte del tamaño de un escarabajo. Así son los toritos. Antes de comerlos se sumergen en agua, aunque también se pueden comer crudos, mezclados con huevos y fritos en manteca. Son típicos de Tlaxcala, Estado de México y Puebla.

Zatz:
Son gusanos, específicamente larvas de la chicharra. Viven en las cortezas de los árboles que es donde se atrapan. Se comen marinadas en limón y chile y son típicos en el estado Chiapas.

Si quieres prepararlos tu misma, recuerda que puedes freírlos con Aceite de Oliva Extra Virgen La Española, un poco de sal, ajo o cebolla y limón. Una gran botana para acompañar la cerveza o el mezcal.

Y tú, ¿cuál de estos insectos es tu favorito? ¿Has probado alguno? ¡Visita nuestros perfiles en Facebook e Instagram y cuéntanos!

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