¿Has pensado tener un huerto en tu casa? Tener una alimentación más saludable y la preocupación por el medio ambiente han hecho que cada vez más personas se inclinen a cultivar en casa sus propias verduras.
Hay muchos vegetales muy fáciles de cultivar porque se hace a partir de los restos que normalmente tiramos a la basura. De esos residuos surgen brotes que puedes volver a usar en la cocina.
1. Cebollín:
El más fácil de todos para hacerlo brotar. Además de que se verá precioso en tu cocina, el cebollín crece rápidamente con los cuidados adecuados. Corta los botones del cebollín y colócalos en vasos pequeños con agua hasta la mitad y renuévala cada día. Verás que en una semana ya tendrás cebollín para consumir.
2. Lechuga romana:
Esa parte de la lechuga que siempre tiras es la que vas a usar ahora para hacerla crecer de nuevo, solo debes colocarla en agua y que tenga un poco de luz natural indirecta. Conforme se vaya absorbiendo el agua ¡cámbiala!, no la rellenes. Corta las hojas que vayas usar y verás como las hojas siguen creciendo desde el mismo tallo.
3. Apio:
Si eres amante de los jugos détox este truco es para ti. Tarda más en regenerar, pero también lo hace.
En un recipiente poco hondo, coloca el tallo y échale agua, después de tres días llévalo a la tierra y siémbralo en una maceta con espacio porque sus raíces son bastante largas. Debes tener paciencia, porque primero van a surgir las hojas y después los tallos.
4. Cebolla:
A diferencia de los vegetales anteriores, las cebollas van a germinar directamente en la tierra. Para ello debes cortar y pelar las coronas de las cebollas y las debes dejar en un lugar ventilado y fresco para que se sequen ligeramente. Posteriormente, las vas a colocar en una maceta con tierra, ligeramente hundidas, no las vas a cubrir y cada tres día las vas a regar. Cuando tenga nuevas raíces, llévalas a una maceta más grande y siémbralas.
5. Pimientos:
Tirar las semillas de los pimientos es lo que todos hacemos cuando vamos a consumir esta verdura, pero es lo que necesitamos para poder sembrar. Lo primero que debes hacer es dejar las semillas unos días en el sol para que se sequen y así puedan ser puestas en una maceta. Colócalas en un semillero cubiertas de tierra y poco profundas. Cuando las semillas comiencen a germinar, deberás llevarlas a un recipiente más grande. Toma en cuenta que es una planta que le gusta el sol por lo que le será difícil adaptarse a climas fríos o a temporadas de invierno.
Ahora que ya lo sabes, aprovecha al máximo los residuos o las partes no comestibles de estos alimentos, te servirán muchísimo y te aportarán, además de sus beneficios, un excelente pasatiempo para estos momentos en que debemos estar en casa.
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